La alta prevalencia de enfermedades coronarias y cardiacas en Estados Unidos y Europa ha impulsado el mercado de vino y cervezas libres de alcohol, que han experimentado un importante crecimiento en los últimos años, como respuesta a una mejora en los estándares de vida de los consumidores.

La industria del vino y la cerveza sin alcohol se ha beneficiado de un cambio increíble en la preferencia por la generación millenial y la población geriátrica que desean reducir la probabilidad de enfermedades cardiovasculares.