Científicos del Instituto Tecnológico Superior de Tierra Blanca (ITSTB), en Veracruz, desarrollaron un fertilizante biológico, mediante la fermentación sólida del bagazo de la caña de azúcar. El proyecto de los investigadores propone la utilización de los residuos de caña como medio de cultivo de cepas microbianas, los cuales son microorganismos benéficos para el suelo y control de plagas, a fin de favorecer el crecimiento de los vegetales.
En entrevista con la agencia informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la líder de la investigación, Tannia Quiñones, mencionó que para el desarrollo del modelo es posible utilizar el bagazo recién salido del proceso industrial, lo cual reduciría los gastos de producción. La especialista dijo que para la conformación del biofertilizante se eligieron las bacterias Trichoderma y Bacillus, las cuales presentan características antifúngicas y endófitas que permiten a la planta absorber de mejor forma los nutrientes. Quiñones refirió que las Trichoderma favorecen la planta al solubilizar nutrientes como el fósforo, lo que se refleja en tolerancia al estrés hídrico, capacidad de absorción de nutrientes y por ende a mayor crecimiento.