En Europa los cocos se han convertido en un ingrediente étnico y saludable, lo que ha impulsado la disponibilidad de muchos productos basados en este elemento, incluyendo los cocos frescos. Estas transacciones en Europa están limitadas a un número relativamente pequeño de importadores y los despachos en fresco están dominados principalmente por Costa de Marfil. Sin embargo, nuevos proveedores pueden encontrar oportunidades innovando en el procesamiento o empacado, sabor y preservación en mostrador.

El Centro para la Promoción de Importaciones de Países en Desarrollo, CBI, explica que en Europa las importaciones de cocos se han incrementado más de 30% en los últimos cinco años hasta 2017, y provienen de países en desarrollo. Los cocos se distribuyen por Europa tras ingresar a Holanda. Desde ahí se abastecen importantes mercados como Alemania, Francia e Italia, aunque también plazas más pequeñas como Bélgica, Austria o Dinamarca. Estos países, junto a Reino Unido, son las principales metas comerciales para los exportadores. De hecho, el CBI apunta que Reino Unido es un interesante mercado final pues consume 13 mil toneladas de cocos, por lo que vale la pena plantearse la posibilidad de venderle directamente. También Italia es un destino que considerar. En este caso los cocos son colocados también de forma directa, lo que hace de Italia uno de los más grandes compradores de países en desarrollo, especialmente de Costa de Marfil.