Buscan, compran, venden, cambian y realizan devoluciones online, pero a la vez valoran profundamente la experiencia que va asociada a un producto, ya que lo importante es “sentir”. Se declaran fieles a las marcas, aunque rompen con las pautas de consumo tradicionales: un 32% de los 600 jóvenes Z encuestados dice consumir marcas por gusto o si confían en ellas, y un 41% es fiel solamente a determinadas marcas en función del producto.
El carácter de inmediatez de sus necesidades y demandas es algo muy propio de los Z. A la hora de comprar, no les importa tanto la calidad como el hecho de que les ofrezcan un producto a su gusto con un precio asequible, ya que son conscientes de un uso corto en el tiempo. Este carácter de inmediatez de sus necesidades y demandas es algo muy propio de los Z. Tras el precio, la capacidad para dar respuestas inmediatas se sitúa en segundo lugar como el aspecto más valorado por los consumidores Z. Y la reputación y ser una empresa respetuosa con el medio ambiente son, asimismo aspectos que tienen muy en cuenta.
En definitiva, los jóvenes Z son consumidores críticos y empoderados. Seducirlos con productos específicamente pensados para ellos, estableciendo una comunicación y unbranding personalizado, es el gran reto para conquistarlos. Tal y como refleja el estudio estos jóvenes aman las marcas imperfectas y entienden el proceso de compra como una experiencia. Ofrecerles opciones de compra omnicanal (varios canales de manera simultánea) es la mejor estrategia para atraerlos; lograr que interactúen en las redes, que participen en el Facebook, el Twitter o el Instagram de la marca, y conseguir que además visiten la tienda, es uno de los desafíos de las empresas para fidelizar a los consumidores Z.
El conocimiento que los exportadores nacionales tengan de sus clientes actuales y futuros es de suma importancia para mantenerse en el mercado. Además, las empresas costarricenses deben estar conscientes de que no pueden alcanzar la fidelización de sus clientes con las mismas estrategias para todos, sino que debe personalizarlas dependiendo del nicho que quiera alcanzar.
La generación Z, es decir aquellos consumidores que se encuentran en edades entre 14 y 23 años, no solo son potenciales clientes, sino que hoy ejercen presión sobre sus padres para realizar diferentes compras, lo que los convierte en consumidores activos. Como se ha mencionado en alertas anteriores, es importante que el exportador nacional tenga presencia en medios electrónicos, pues es mediante estos que se visualizan sus productos y tienen mayor alcance a diferentes nichos de mercado.