El desarrollo de tecnologías basadas en inteligencia artificial (IA) y Big Data ha permitido que la industria alimentaria global profundice cada vez más en aplicaciones que le permitan aprovechar la información de consumidores y mercados para el desarrollo de productos innovadores según los hallazgos detectados, así como la identificación de tendencias y segmentos de valor agregado potenciales.

Entre las empresas que se valen de estos recursos, por ejemplo, se señala a McCormick, asociado con IBM, quien sistematizará los datos recopilados por la empresa durante años para así generar nuevos campos de investigación y desarrollo. Otro ejemplo, Nestlé, quien utiliza un tipo de inteligencia artificial en Japón que combina pruebas de ADN y análisis de comidas para recopilar datos de los consumidores sobre dieta y salud.