Oculta en medio del lluvioso clima de Aguas Claras de Upala, se encuentra Finca La Anita, una empresa acogedora que combina la producción de cacao y de chocolate fino con el turismo sostenible.

Pablo Céspedes y Ana Hazel Pérez son los propietarios de una compañía que inició hace 8 años con la siembra de cacao endémico y de una variedad desarrollada por el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie). Con estas semillas crean chocolate oscuro que resulta poco amargo al paladar por las características genéticas del cacao.